Los estudiantes deben esforzarse por desarrollar los poderes que tienen latentes. Las personas instruidas creen lo que leen en las novelas y periódicos, lo que ven en las películas, e incluso el discurso extravagante de cualquier desconocido, pero no tienen fe en Dios. Esta es una gran desgracia. Aquellos que creen en lo que dice un astrólogo o un purohit (erudito), no confían en la palabra de la Vedha Maatha, la divina Madre Veda, que ha enseñado las cuatro grandes verdades: «Thath thwam asi (Tú eres Aquello), Prajnaanam Brahma (la Consciencia es Brahman), Aham Brahmaasmi (Yo soy divino), Ayam Aathma Brahma» (Este «yo» es el Yo Universal), las cuales declaran: «Hijo, tú eres Brahman, la Verdad Absoluta misma». Los instruidos desperdician la vida poniendo su fe en insignificantes cosas mundanas y rehusando la fe en la sabiduría que se gana mediante el poder divino y el conocimiento espiritual. Los Institutos de Educación Sathya Sai fueron fundados con el fin de impartir una educación verdadera e ideal, y moldear a los estudiantes como ciudadanos ideales para el servicio al país. Sathya Sai (Discurso, 22 de noviembre de 1984).