El propósito por el cual he venido no es el de satisfacer deseos menores u ocuparme de los pequeños incidentes. Hay grandes verdades que debo establecer. Hay un cambio considerable en la actitud de la humanidad, que tengo que producir. Nadie puede detenerme o impedir que Yo lleve a cabo las tareas para las cuales he venido, a saber, el establecimiento de la Verdad Eterna única. Ustedes tienen un papel que actuar en el cumplimiento de la misión Sai que tenemos por delante. El establecimiento del dharma es la tarea que debemos realizar inmediatamente, y espero que todos ustedes interpreten su rol, por más pequeño que sea, para llevar a cabo el trabajo de Sai. Siendo que todo depende de la verdad, dicha verdad no es algo que tenga que doblegarse ante nadie. La falsedad debe subordinarse a todo aquel con quien entre en contacto. La verdad nunca estará sometida a nadie. Esta es la forma de Sathya Sai, quien es la Encarnación de la Verdad. Sathya Sai. (“Lluvias de Verano” 1974, capítulo 32).