Los que buscan la unión con Dios y el bienestar del mundo deben descartar como inútiles tanto la alabanza como la culpa, el aprecio y la burla, la prosperidad y la adversidad. Deben mantener valientemente una fe firme en su propia realidad innata y dedicarse a la elevación espiritual. Nadie, ni siquiera una gran personalidad espiritual (maha-purusha) o Avatar, puede jamás escapar a la crítica y la culpa. Por lo tanto, que los aspirantes se mantengan alejados de todos esos vacilantes e ignorantes, y que desistan de discutir sus creencias y convicciones con ellos. Que se sumerjan en los libros sagrados y estén en compañía de los devotos del Señor. Más tarde, enriquecidos con la experiencia de la realización y valientes por ese contacto con la realidad, pueden mezclarse en cualquier compañía sin peligro y hasta esforzarse por dirigir otras mentes hacia la verdad que ellos mismos han visto.Prema Vahini, Cap. 17.