En la esfera espiritual de la paz mental y la alegría interior, la responsabilidad del éxito o el fracaso es enteramente nuestra. No tienen derecho a transferirla a los demás. El fuego se apaga cuando se termina el combustible; por lo tanto, para apagar el fuego, dejen de alimentarlo con combustible. No añadan combustible al fuego de los sentidos. Despeguen la mente de lo temporario y fíjenla en Lo Eterno. Juntas, las fuerzas negativas y las positivas producirán la luz. Planten en la mente el retoño de la devoción, es decir, el ejercicio preliminar de recordar el nombre del Señor. Crecerá hasta ser un árbol, con las ramas de la virtud, el servicio, el sacrificio, el amor, la ecuanimidad, la fortaleza y el valor. Ustedes ingieren alimentos, pero no saben cómo ese alimento se transforma en energía, inteligencia, emoción y salud. De la misma manera, consuman este alimento para el espíritu, la rememoración del nombre del Señor, y observen que se transmuta en virtud, sin que sepan cómo. Sathya Sai (Discurso 27 de febrero de 1961)
