El hombre tiene que darse cuenta de su genuina naturaleza y permanecer establecido en ella. De lo contrario, deja de tener derecho a ese nombre. Si el fuego no quema o si el agua no corre, ¿pueden reclamar tales nombres? La autenticidad consiste en ser legítimos hasta lo más profundo. El hombre tiene a la Verdad como su naturaleza. Esto significa que su comportamiento debe ser siempre auténtico; dirá solo aquello que siente como sincero. De la misma manera, debe actuar de acuerdo con sus palabras; su pensamiento, palabra y acción deben ser coherentes y complementarios. Si en algún caso esta concordancia está ausente, esa persona es un hombre solo en su forma externa. Es peor que una bestia, porque las bestias están libres de las cargas del pensamiento y el habla. Todo en la creación está sujeto a la ley del cambio, y también el hombre está sujeto a esta ley. Sin embargo, el hombre debe usar la ley para progresar, no para resbalar hacia abajo en la escala. El dharma (la rectitud) es la norma a la que debe adherir, para cambiar de bueno a mejor, y de mejor a óptimo. Sathya Sai (Discurso, 4 de abril de 1975)