En primer lugar, se debe calmar y silenciar la mente. Solo entonces puede el cuerpo ser sano y el intelecto agudo. La mente es proyectada sobre un solo objeto por vez, no sobre muchos. Sin embargo, sigue siendo un conglomerado de pensamientos, deseos, caprichos, imaginaciones, etc. De hecho, la mente tiene dentro de sí, condensada, la historia entera de la creación. Esa es la delusión (maya) de la humanidad. La mente es el campo de batalla (kurukshetra) en el que luchan por la supremacía el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto. El hierro puede ser martillado y aplanado solo mediante el hierro. De la misma manera, la mente inferior tiene que ser modelada mediante la mente superior. Tenemos que hacer que nuestra mente sea superior y más fuerte, para hacer la tarea de la superación personal. Este es el propósito de esta Prashanti Vahini (“Corriente de paz suprema”). Beban profundamente de las aguas de esta corriente, las aguas de la disciplina aquí indicada. Sumérjanse en ellas para quedar limpios; que su frescura refresque sus penas y dolores, y aplaque los fuegos del pecado. Sathya Sai (Prasanthi Vahini, Capítulo 3)