Si examinan la naturaleza de la mente, se darán cuenta que es muy parecida a la lente de una cámara. El cuerpo es la cámara, la mente es la lente, el corazón es el rollo, el pensamiento es el flash, y la inteligencia, es el disparador. Apunten la lente hacia la fuente de la felicidad, no hacia el asiento de la ansiedad y el miedo. Entonces, serán recompensados con la exquisita imagen impresa en su corazón. Es difícil, por no decir imposible enfocar la lente en la dirección en que nos indican los santos y los profetas, ya que la mente tiene ciertamente las características de un mono. Incluso es más caprichosa aún, ya que va de un lugar a otro que está a kilómetros de distancia en el espacio y a miles de años en el tiempo, ¡en un abrir y cerrar de ojos! La mente salta de un deseo a otro y nos enreda en sus vueltas. Reduzcan el deseo, desalojen al ego, expulsen la ira, y la mente será su esclava, en lugar de su amo. El amor es la llave maestra que puede lograr todo esto. Sathya Sai Baba. (Discurso del 17 de marzo de 1973).