Un trozo de misorepak (un dulce indio hecho de harina de gramo) tiene dulzura, peso y forma; los tres no se pueden separar, uno del otro. Cada pequeña parte del dulce tiene dulzura, peso y forma. No encontramos forma en una parte, peso en otra y dulzura en una tercera. Y cuando se coloca en la lengua, se reconoce el sabor, se disminuye el peso y se modifica la forma, todo al mismo tiempo. Así también, el alma individual (jiva), el Atma y el Señor Supremo (Parameshwara) no están separados; son uno y el mismo. De manera similar, cada acto individual, todas las actividades en la vida deben estar llenas del espíritu de servicio desinteresado (seva), el amor divino (prema) y la sabiduría espiritual (jnana). Este es verdaderamente el yoga del Supremo (Purushothama-yoga). Debe ser practicado en la acción, no sólo hablado en palabras. La disciplina espiritual debe ser realizada constantemente con un corazón siempre en expansión lleno de devoción y sabiduría espiritual. Prema Vahini, cap. 9.