Ustedes desarrollan amor por muchas cosas en este mundo. El deseo es la causa fundamental de todos sus sufrimientos. “Menos equipaje, más comodidad y más placentero el viaje”. Cuando hay equipaje, no pueden escapar de los problemas. Aquí el equipaje se refiere a las relaciones y deseos mundanos. Solo pueden tener verdadera felicidad cuando reducen su equipaje, es decir los apegos mundanos. No hay nada en este mundo que ustedes deban desear. Si en su mente surge cualquier deseo mundano, abandónenlo inmediatamente. Abandonar los deseos es la verdadera renuncia. En este mundo hay muchos millonarios; ¿puede alguno de ellos vivir para siempre? ¡Todos vienen y se van! No importa cuánto acumulemos, todos tenemos que regresar con las manos vacías. En última instancia, todas las posesiones mundanas son inútiles. Por lo tanto, no desarrollen relaciones mundanas indebidas ni deseos indebidos. Deben tener solo la conciencia corporal necesaria para cumplir con sus tareas. Háganlas conscientemente, haciendo el mejor uso posible del presente; no se preocupen innecesariamente por lo que les depara el futuro. (Discurso, 14 de abril de 2006)