Para descubrir la presencia de lo Divino omnipresente en todo en el universo, debemos reconocer lo Divino en nuestra vida cotidiana. Al igual que el poder de la vista en el ojo y el poder de la audición en los oídos, Dios se manifiesta como conciencia en el cuerpo humano. No hay lugar en el mundo en el que Dios no exista. La creación es una manifestación de Dios. Es la forma de Dios llamada Prakruti (Naturaleza). Por lo tanto, el hombre, que es hijo de la Naturaleza, es inherentemente Divino. El hombre nace con cualidades divinas. Así como el retoño crece de la semilla, la flor del retoño y el fruto de la flor, Dios es la semilla de todo el cosmos. El hombre es intrínsecamente una combinación de moralidad, rectitud y espiritualidad. Desgraciadamente, olvidando estas cualidades básicas, hoy el hombre carece de moralidad, rectitud y espiritualidad. Considerando el carácter sagrado del nacimiento humano, es una vergüenza que el hombre hoy en día esté tan degradado. ¡El hombre es una encarnación de Sat-Chit-Aananda (Ser-Conciencia y Bienaventuranza) que son atributos de lo Divino! Sathya Sai Baba. (Discurso del 7 de abril de 1997)