En la historia humana, muchas veces vinieron Avatares (encarnaciones divinas) para despertar al hombre. Pero el pasado animal y la delusión demoníaca lo arrastran al lodo, donde tontamente se deleita en trivialidades sensoriales y físicas. Esta es una espléndida ocasión de consumar su existencia humana. El Ananda (la dicha) que ustedes esperan obtener de la familia, de la riqueza y de la fama mundana, no es más que una pálida sombra del Ananda que reside en el manantial de su propio corazón, donde reside Dios. Procuren hacer contacto con ese manantial; vayan a la fuente misma; permanezcan centrados en el Atma, es decir, el Dios interior. Pocos buscan el verdadero Ananda; muchos son desviados por el pseudo ananda de los sentidos, el intelecto y la mente. El verdadero Ananda brota solo de la Verdad. La Verdad es el Dharma o el deber que cada uno tiene hacia sí mismo. Busquen la Verdad, sirvan a la Verdad, sean la Verdad. La verdad se revelará cuando el corazón esté saturado de amor. Sathya Sai (Discurso, julio de 1970)