Muchos posponen la disciplina espiritual hasta la vejez. Esto es un error. Ganen la preciosa recompensa mientras son jóvenes y fuertes. Nunca es demasiado pronto para empezar. La lengua, los ojos, los oídos, la mano y la mente deben ser entrenados desde la infancia misma para evitar el mal. Si estos se mantienen limpios y santos, se gana la gracia de Dios. Cuando la carne los impulsa a caer en la falsedad, no cedan, manténganse firmes. Cuando el individuo es fuerte y firme, la familia prospera; cuando la familia prospera, el pueblo es feliz; cuando el pueblo es feliz, el país está seguro y fuerte; cuando los países están fuertes y seguros, el mundo está lleno de humildad y reverencia, caridad y paz. Canten en voz alta la gloria de Dios y carguen la atmósfera con adoración Divina; las nubes derramarán santidad por medio de la lluvia en los campos; las cosechas se alimentarán de ella y santificarán el alimento; y este alimento inducirá impulsos Divinos en el hombre. Esta es la secuencia del progreso. – Sathya Sai. Discurso del 8 de julio de 1968.