En el cuerpo humano, la divinidad fluye a través de todos los miembros como Rasa (La esencia Divina) y los sostiene. Este principio Divino se denomina Rasaswaroopini (encarnación de la dulzura Divina). Otra denominación para lo mismo es Agnirasa. Estos principios divinos que permean y sostienen el cuerpo físico deben ser adorados también como diosas madre. Luego están los grandes sabios, los maharishis, quienes investigaron asuntos tales como el bien y el mal, lo correcto y lo errado, lo que eleva o degrada al hombre, y, como resultado de sus esfuerzos y austeridades aotorgaron a la humanidad las grandes escrituras, marcando las sendas espiritual y mundana, y cómo la humanidad puede redimir su existencia. Estos sabios también deben ser reverenciados como Madres Divinas. Sri Sathya Sai. Discurso, 14 de octubre de 1988.