Los hombres en el trabajo deben desempeñar sus deberes de acuerdo con los salarios recibidos. Las mujeres han estado dando el ejemplo en este aspecto. Las mujeres son más decididas, dedicadas y consagradas a su trabajo en el hogar y en las oficina, que los hombres. En países como Malasia, Singapur, Japón, Alemania, etc., las mujeres están practicando los valores humanos más que los hombres. Están siguiendo las órdenes de Swami en todas las circunstancias. Hay millones y millones de tan sinceras trabajadoras en el mundo. Se están esforzando, no por el nombre y la fama, sino por el amor y la gracia de Swami. Esto prueba que recibieron las enseñanzas de Swami en su espíritu correcto. ¡Encarnaciones del Amor! Cultiven el amor desinteresado, cuiden su salud y sirvan a la sociedad. Entonces Dios les conferirá la fuerza y la felicidad necesarias. Cuando Dios puede hacer que los mudos hablen y los cojos asciendan montañas, ¿por qué abandonará a aquellos que son sinceros y trabajadores? Discurso del 20 de noviembre de 1998.