Hubo un rey que preguntó a muchos eruditos y sabios: «¿Cuál es el mejor servicio y cuándo es el mejor momento para realizarlo?» Pero no pudo obtener ninguna respuesta satisfactoria. Un día, mientras perseguía a las fuerzas de un rey rival, ¡quedó separado de sus tropas en una espesa jungla! Cabalgó mucho tiempo y quedó exhausto y hambriento. Finalmente, llegó a una ermita. Un anciano monje lo recibió amablemente y le ofreció un vaso de agua fresca de bienvenida. Después de un pequeño descanso, el rey le hizo a su anfitrión la pregunta que lo atormentaba: «¿Cuál es el mejor servicio? El ermitaño contestó: «Dar un vaso de agua a un hombre sediento». “¿Cuál es el mejor momento para realizar ese servicio?» La respuesta fue: «Cuando la persona sedienta viene de lejos y lo busca desesperadamente». El acto de servicio no debe juzgarse según el costo o la publicidad; puede ser solo el ofrecimiento de agua. Pero la necesidad del que lo recibe y el estado de ánimo de la persona que lo ofrece – ¡estos deciden si el acto es de oro o de plomo! Llenen cada uno de sus actos con Amor. Que nadie sufra el menor dolor como resultado de sus pensamientos, palabras o acciones. ¡Hagan de esto su sadhana! – Sathya Sai. Discurso 24 de mayo de 1967.