¿Dónde reside Dios, exactamente? Él está en todas partes, en todos los seres. Se le llama Omnisciente y Omnipresente. En realidad, Él es amor y el amor impregna todo. Eso es todo lo que necesitamos saber. No hay ningún ser sin rastro de amor. El amor conduce a ananda (Bienaventuranza Suprema) pura y duradera. Muchos buscan esta ananda a través de las relaciones con otros individuos; otros tratan de obtenerla acumulando fama, poder y riqueza; y unos pocos intentan obtenerla renunciando a las posesiones materiales y al deseo por los placeres mundanos. Solo el desapego puede conferir ananda. Las Upanishads proclaman que solo tyaga (sacrificio) puede otorgar la Bienaventuranza de la Inmortalidad. Uno debe ignorar todos los lazos de parentesco y compañerismo, renunciar a todo apego y afecto y, en el corazón así liberado, instalar a Dios en todo Su resplandor. Este es el único medio para obtener ananda eterna y completa. Sathya Sai Baba. (Discurso del 25 de enero de 1979)