Traigan un millón de flores y hagan puja con ellas. Todas serán rechazadas, ninguna aceptada. Traigan un solo loto, su corazón que es limpio; Sathya Sai lo aceptará y les otorgará amor y paz. Ofrenden sus virtudes como si fueran flores, virtudes que difundan belleza y fragancia. Ofrenden el loto de su corazón, liberado de las plagas como la lujuria, la ira y el odio. La semilla de la Divinidad debe ser cuidada mediante el esfuerzo humano y el cuidado continuo, para que pueda florecer y fructificar. Eliminen de su mente todo rastro del deseo de dañar a los demás en pensamiento, palabra y obra. La reacción que experimenten al permitirse acciones temporariamente satisfactorias será desastrosa. Cada uno de esos actos es una semilla plantada en su propia mente, una mala hierba que crecerá descontrolada para destruir su paz y felicidad. Por eso, estén atentos contra tales tendencias. Limpien sus pensamientos, palabras y acciones, y actúen como hombres en marcha hacia su divino destino. Los bendigo para que triunfen y alcancen la meta. Sathya Sai (Discurso, 21 de abril de 1983)
