Cierto día, mientras perseguía las fuerzas de un rival, un rey se encontró separado de sus tropas en la espesa jungla. Cabalgó un largo trecho, exhausto y hambriento, hasta llegar a una ermita. Un viejo monje lo recibió amablemente y le ofreció un tazón de agua fresca. Luego de descansar, el rey le planteó al monje el interrogante que lo afligía: «¿Cuál es el mejor servicio?» El ermitaño dijo: «Darle agua a un hombre sediento». Y dime: «¿Cuál es el mejor momento para ofrecerlo?» La respuesta del monje fue: » Cuando alguien viene de lejos y solo, buscando dónde hallarla». El acto de servir no debe ser juzgado de acuerdo con el costo o la publicidad que conlleve. Puede ser un tazón de agua en la profundidad de la selva. Pero la necesidad de quien lo recibe y el modo en que la persona lo ofrece, deciden si la acción es oro o plomo. Sathya Sai Baba. (Discurso del 24 de mayo de 1967)