Mensaje de la Pizarra de Prashanti Nilayam del día 18 de septiembre de 2022

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La mente que no conoce a Dios es como una hoja seca, subiendo con cada ráfaga de viento y cayendo cuando esta cede. Pero la mente fija en el conocimiento de Dios es como una roca, inafectada por la duda, estable y segura. Dios, como pasible de adoración y contemplación, es llamado Hiranyagarbha, la Matriz de Oro, el Origen de la Creación, el Principio Inmanente que ha determinado hacerse manifiesto y múltiple. El término “oro” es apropiado, porque el oro es el metal con que los orfebres dan forma a multitud de joyas para satisfacer las necesidades, caprichos y modas de sus usuarios. También Dios es visualizado por la imaginación, la inclinación y el intelecto humanos según diversas formas, grandiosas o grotescas, intimidantes o encantadoras. El hombre erige estas imágenes y deposita ante ellas sus miedos, caprichos, deseos, temores y sueños. Las acepta como maestros, camaradas, monarcas o profesores, según lo dicta el momento. Sin embargo, haga lo que haga el hombre con Dios, Dios es inafectado. Él es el oro, que subsiste en y a través de todas las joyas. Sathya Sai (Discurso, 21 de octubre de 1969)