Puede ser que muchos se pregunten y manifiesten dudas acerca del estado de una persona después de que haya alcanzado la realización, la plenitud de la conciencia. La vida de la persona estará saturada de una insuperable Bienaventuranza Divina (ananda), y experimentará la unidad de pensamiento, emoción y conocimiento con todo. Se encontrará sumido en el éxtasis, inmerso en el Uno y Único, en el eterno Principio Divino, porque solo eso puede conferir alegría durante el proceso de vivir. Esto, y ninguna otra cosa, es lo que constituye la alegría genuina. Dios es la encarnación de la alegría eterna y siempre plena. Los fieles a la cultura india (Bharatiya), cualquiera que sea la secta o el credo que consideren como su forma especial, aceptan este axioma: «Dios es la fuente más elevada de alegría». Esta conclusión (matha) es aceptada como la más querida y placentera (abhimatha). – Sathya Sai. Sathya Sai Vahini, capítulo 2.