No es fácil lograr el contento de la mente. En cuanto se satisface un deseo, surge otro. Los deseos no tienen límite. Incluso la aspiración a Moksha (la liberación) es un deseo. Mientras perduren los deseos, el hombre estará atado a lo mundano. Moksha significa la desaparición de Moha (el apego). Liberación significa liberarse de los placeres efímeros. ¿A qué debe aspirar el hombre? Hay una Divinidad que es permanente e inmutable. Se la conoce como Prema (Amor Divino). Este Prema no está relacionado con lo físico. Los hombres experimentan el amor en su forma mundana como afecto o apego. Todo el amor en las relaciones humanas de hoy, no es Prema, es apego. Es inherentemente de naturaleza pasajera: interludios en el viaje del hombre. Todo apego surge en una etapa (entre la madre y el hijo, el esposo y la esposa, y demás) y desaparece en otra. En contraste con estos apegos pasajeros, ¡el amor de Dios (Prema) es totalmente diferente! Dios es eterno: existía antes del nacimiento del hombre y continuará existiendo después de su muerte; no tiene principio ni fin. ¡El verdadero amor significa Amor a Dios! -Sathya Sai. Discurso 4 de octubre de 1992
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