Emprender una actividad da resultados rápidos; la gente busca solo lo que está disponible ahora, en una forma concreta, o lo que es pasible de ser aferrado por sus sentidos. Generalmente, las personas hallan que la realidad es muy difícil de alcanzar, por lo cual son arrastrados por la atracción de placeres insignificantes, lejos de la plena alegría que se puede obtener trascendiendo los sentidos. Lograr la sabiduría es la victoria interior; se la gana después de una larga y ardua lucha. Por lo general, la gente no tiene la paciencia necesaria. Además, adjudican mayor importancia al burdo cuerpo físico. El cuerpo solo puede sentirse feliz con los objetos que complacen a los sentidos, de modo que las personas no buscan la sabiduría, la cual las enviaría a caminos donde los sentidos son indeseados. Anhelan el éxito en la acción, pero no la perfección en la sabiduría espiritual. Aquellos que son atrapados por las incitaciones del intelecto son menos que aquellos que son atrapados por los sentidos y sus incitaciones. Los pocos que tienen una mentalidad espiritual anhelan la imperceptible, la invisible dicha de fundirse con el Absoluto Universal. El de ellos es el camino correcto. Sathya Sai (Gita Vahini, Capítulo 8)