La prueba que revelará la calidad de su fe es examinar si están practicando sinceramente los mandamientos establecidos por Dios. Sus creencias y acciones deben ser expresiones de fe; su núcleo debe ser la santidad. Deben estar tan llenas de amor y compasión que atraigan hacia ustedes la gracia de Dios. La actividad que emana de tal creencia sagrada y fe es la meta de la sección de las escrituras Védicas que se refiere al Karma. Ella constituye la raíz principal del progreso humano; es el aliento mismo de la existencia humana feliz; es el único alimento que puede calmar el hambre del hombre; es el agua vital que puede saciar su sed. La actividad (karma) está tan esencialmente ligada al hombre como su necesidad de descubrir y realizar su propia realidad. Por lo tanto, el primer y continuo deber es dedicarse a las actividades que se enseñan en los Vedas o que son aprobadas en ellos. Tres tipos de actividad alcanzan a Dios y ganan Su gracia: (1) la actividad no impulsada por el deseo personal (2) la actividad que emana del amor desinteresado, y (3) la oración que surge de corazones puros. Estas son las tres categorías a las que el Señor presta atención y que llegan directamente hasta Él. – Sathya Sai. Sathya Sai Vahini, Capítulo 19.