El aspirante espiritual siempre debería buscar lo verdadero y gozoso, y debe evitar todos los pensamientos falsos, tristes y deprimentes. La depresión, duda, soberbia, éstas son como Rahu y Kethu para el aspirante espiritual. Dañarán la propia práctica. Cuando la devoción está bien establecida en uno, pueden ser descartadas fácilmente si aparecen. Por sobre todo, lo mejor para el aspirante espiritual es estar gozoso, sonriente y entusiasta bajo todas las circunstancias. Esta actitud pura es aún más deseable que la devoción y la sabiduría espiritual. Aquellos que la han alcanzado merecen llegar primero a la meta. Esta cualidad de contentamiento en todo momento es el fruto del bien hecho en nacimientos pasados. Una persona que siempre está preocupada, deprimida, y dudando nunca alcanzará la bienaventuranza, sin importar cual sea la práctica que lleve a cabo. La primera tarea de un aspirante espiritual es el cultivo del entusiasmo. A través de dicho entusiasmo, cualquier variedad de gozo espiritual (ananda) puede ser obtenido. Prema Vahini, C. 63. Versión en inglés
