La Vida Divina se basa en la cualidad de la calma serenidad (satwa guna), la cual debe ser cultivada. Esta cualidad solo se puede edificar sobre alimentos naturales (sátvicos): alimentos que promueven la salud, la fuerza, la ligereza de espíritu y la seriedad en el esfuerzo. No tiene objeto distribuir el jugo de la espiritualidad a personas mal alimentadas y débiles; denles primero el jugo del arroz, y háganlos fuertes para que sostengan fuertes convicciones e ideales. Primero se debe saciar el hambre física con alimentos simples y puros. Después procuren repetir el Nombre del Señor, el Nombre que más los atraiga. No traten con liviandad el Nombre; respétenlo, aun si lo oyen de labios de un mendigo que lo utiliza para obtener limosnas. Aunque la persona que lo pronuncia sea mala, o sean malos sus motivos para pronunciarlo, no maltraten el Nombre, porque su pureza nunca puede ser dañada. Agradézcanles por haberles recordado al Señor, y sigan su camino. Por encima de todo, no ridiculicen ni desanimen a quienes llaman al Señor. Sathya Sai (Discurso, 14 de diciembre de 1958)