Los buscadores fervientes han investigado las claves de todo el conocimiento, la única cosa que, si se obtiene, todo lo demás es conocido. Esto está latente en cada átomo del Universo. Ellos los describieron como algo que está más allá de las palabras, es incomprensible para la imaginación y el entendimiento humano. Ellos mismos admitieron es mejor representar a Dios en la forma humana, de manera que el hombre pueda comprender a Dios fácilmente, acercarse y obtener bienaventuranza de dicha contemplación. El hombre solo puede concebir las cualidades y los logros humanos; sin embargo, puede multiplicarlos al máximo y permitir que el cúmulo resultante llene y desborde su corazón. Abran las puertas gemelas de la lujuria y la ira y quiten el cerrojo de la codicia entonces pueden pasar dentro de los límites de Moksha (la Liberación). La avaricia es un mal monstruoso que arrastra al hombre hacia abajo. Esta proviene del apego y servidumbre a los sentidos. Coloquen los sentidos en su lugar, son las ventanas para el conocimiento, no canales de contaminación. te (Discurso del 14 de enero de 1970)