Para adquirir amor desinteresado, la cualidad de “kshama” o tolerancia es una necesidad vital. (“Kshama” es una palabra rica en significado. Además de tolerancia, también implica una paciencia extrema y una enorme capacidad de olvidar y también perdonar). Cada persona debe cultivar esta noble cualidad. “Kshama” no se logra leyendo libros ni se recibe de un instructor. Tampoco puede ser recibida como un regalo de otra persona. Esta virtud primordial de “kshama” puede adquirirse, únicamente, mediante el propio esfuerzo, enfrentando problemas y dificultades de diversa índole, atravesando ansiedades y sufrimientos, así como penas. En ausencia de “kshama”, el hombre se vuelve susceptible a todo tipo de tendencias malignas. El odio y los celos se arraigan fácilmente en una persona que carece de esta virtud. La Divinidad es meramente la manifestación combinada de “prema” (amor) y “kshama”. (Discurso del 25 de mayo de 2000)