Sea cual sea el medio por el que se adora a Dios, el camino de la devoción es el más fácil y eficaz porque es una sadhana del corazón y tiene como resultado el amor y servicio a todos, como compañeros peregrinos hacia la misma Meta Divina. Algunas personas cuestionan la propiedad de llamar a Dios por medio de tal multiplicidad de nombres. Pero cada Nombre indica solo un aspecto de la Divinidad. Denota solo una parte de la Personalidad Suprema. El ojo, la nariz, la boca, la mano o el dedo pueden ser señalados por palabras diferentes, pero todos pertenecen al mismo individuo. De igual manera, deben recordar que cada Nombre no es más que una faceta, una parte, un rayo del Supremo. El sadhana consiste en reconocer y tomar conciencia del Uno que sustenta y sostiene a los muchos. Esa es la gema preciosa de sabiduría que deben lograr y atesorar. – Sathya Sai . Discurso, 14 de noviembre de 1976.