Las unidades de la organización de servicio Sri Sathya Sai deben enfatizar mediante el ejemplo y la práctica personal que ninguna alegría es igual a la alegría de compartir, dar y renunciar. Ustedes pueden comprenderlo mejor cuando prestan atención al comportamiento de los niños. Ellos son como almas que han tomado consciencia, no tienen apegos. Examinen el contenido del bolsillo de un niño. Pueden encontrar algunas piedras, un trozo de vidrio, una rama o una flor. El niño obtiene más alegría de esto que la obtenida por los adultos en base a fajos de billetes. Los niños no ansían poseer, negando a los demás. No acumulan para el futuro, ni por el mero placer de hacerse conocer como acumuladores. Un niño puede tener el cuerpo cubierto de polvo, pero su mente está libre de suciedad; los mayores son escrupulosos acerca de la limpieza física, pero sus mentes son pozos sépticos de deseo, odio, envidia y pegajoso lodo. Sathya Sai (Discurso, 24 de noviembre de 1972)