Solo por tener el conocimiento de la inmanencia de la Divinidad, e incluso de Su trascendencia, las personas no pueden ser honradas como sabias (jnanis), ya que el conocimiento debe ser asimilado a través de la experiencia propia. Esta es la prueba crucial. No basta con que el intelecto dé su aprobación y con ser capaces de probar que la Divinidad lo es todo. Esta convicción debe penetrar y motivar cada momento de la vida y cada acción del creyente. La sabiduría no debe ser meramente un atado de pensamientos o un paquete de principios cuidadosamente elaborados. La fe debe vivificar y animar cada pensamiento, cada palabra y cada acción. El ser debe estar empapado con el néctar de la sabiduría espiritual. El intelecto es un pobre instrumento, pues lo que hoy considera correcto, mañana lo rechaza, al pensarlo mejor. El intelecto no puede juzgar la cosas de modo definitivo. Por lo tanto, busquen la experiencia. Cuando se adquiere la experiencia, el Atma es comprendida como “todo esto”. Ese es el Jnana-yoga de la sabiduría. (Sathya Sai Baba. Sathya Sai Vahini, Capítulo.10 – Versión en inglés).