La acumulación de cosas, de erudición o de fama, no puede producir nada bueno a menos que lo adquirido sea empleado para el bien de uno mismo y de los demás. En el hombre, debe nacer la sabiduría de reconocer que el cuerpo, que cree que es él mismo, es solo un instrumento manejado por él. Éste es el primer paso hacia una conciencia espiritual más elevada. En cada persona existe el Atma siempre libre, siempre desapegada, siempre pura. Eso es Brahman (Realidad Absoluta), la Conciencia Cósmica, latente y patente en cada uno. El Yoga (Comunión Divina) despierta cuando se ve el mundo con gloriosa despreocupación. Esta es la fuente del supremo Ananda (Bienaventuranza Divina). Pueden preguntarse: ¿Cómo pueden la renunciación y el desapego dar lugar a la dicha? Desechen el sentido de ego mientras realizan alguna actividad; descarten el sentimiento de ser el que disfruta mientras experimentan cualquier emoción o reacción; entonces, estarán siempre felices. El Bhogi (el que disfruta) es entonces realmente un Yogi (persona espiritualmente avanzada). -Sathya Sai. Discurso 21 de Abril de 1983.