El yoga de la devoción enseña a la gente la senda del amor. No se trata de amar para obtener alguna ganancia; amen a todos como se aman a sí mismos. Ningún mal les sobrevendrá. El amor derrama gozo y felicidad para todos. Dios está presente en todos los seres en forma de amor, de modo que el amor al ser dirigido a las personas y ser aceptado, es en realidad dirigido hacia Dios y aceptado por Él, como el residente en todos. El buscador de Dios que confía en el camino de la devoción y la dedicación, descubrirá esta verdad. Algunos aman a Dios como a la madre, otros como al padre, o bien como al amigo más querido o a su amado, la única meta deseada. Todo el empeño radica en fundir el amor individual con el océano de amor que es Dios. Dondequiera que el amor desinteresado sea evidente, considérenlo como el amor de Dios mismo. Dios ama infinitamente a la humanidad. En consecuencia, cuando alguien decide servir a la humanidad, Dios derrama Su gracia en plenitud. Cuando un corazón humano se derrite ante el sufrimiento de los demás, y se expande como resultado de la compasión, sepan que ahí Dios está presente. Sathya Sai Baba. (Sathya Sai Vahini, Capítulo 10 – Versión en inglés).