En la vida debemos alcanzar diversos objetivos. El más elevado y valioso es ganar la misericordia de Dios, el amor de Dios. El amor de Dios otorga la gran sabiduría que necesitamos para obtener una paz interior inquebrantable. Todo el mundo debe esforzarse por comprender la verdadera naturaleza de la Divinidad. Por supuesto, al comienzo no es posible captar el fenómeno absoluto inmanifestado. En un principio, hay que imponerle una forma y algunos atributos, para que esté a nuestro alcance. Luego, paso a paso, se lo debe consagrar dentro de uno mismo, como el descenso de la energía divina. Por sí sola, la búsqueda del éxito en este esfuerzo no convierte al individuo en un buscador de pleno derecho. También debe cultivarse el espíritu del servicio, y debemos comprometernos en buenas acciones para ganarnos la gratitud de la comunidad. Solo así puede lograrse la tarea de limpiar los niveles de la consciencia (chitta) y podemos convertirnos en candidatos aptos para la victoria espiritual. Sathya Sai. (Vidya Vahini. C11)