Nacidos en la sociedad, criados en la sociedad, educados por la sociedad y obteniendo incontables beneficios de la sociedad, ¿qué están haciendo ustedes por la sociedad? El servicio social debe ser considerado como una expresión de gratitud a la sociedad por lo que ha hecho por nosotros. Sin la sociedad no podemos sobrevivir. Las mujeres deberían tratar, incluso sus tareas cotidianas, como una forma de trabajo concentrado. Si no pueden asistir a un “satsang” (congregación espiritual) debido a sus deberes domésticos, no deben sentirse miserables por eso. El cumplimiento de los deberes en el hogar es tan sagrado como el asistir a un “satsang”. Solo si realizan las tareas domésticas correctamente, podrán prestar un servicio apropiado afuera. Cualquier trabajo que realicen en el hogar, ya sea limpiando el piso o haciendo chapatis (tipo de pan indio), conviértanlo en una forma de ejercicio espiritual. Impregnen cada acción de amor por lo Divino y dedíquenselo a Dios. y (Discurso del 23 de marzo de 1989)