La devoción debe ser alcanzada por experiencia propia, si bien las grandes almas pueden iluminar un poco la senda para ti, con sus ejemplos. Con su ayuda puedes entender algo de la senda, pero recuerda que las palabras fallan cuando se acercan al Más Allá. Maytreyi comparaba la mente del devoto con un lago en calma, es decir que toda agitación se ha detenido y la mente se ha vuelto inactiva, inefectiva y reducida a la nada. Kapilamaharishi, hablando de la misma devoción, la compara con el correr de un arroyo. Las corrientes y los ríos fluyen hacia el mar sin interrupción ni descanso. Así también, desde el momento en que nace, el devoto ansía alcanzar el mar de la gracia del Señor. El Devi Bhagavatam dice que la devoción es como el fluir del aceite de una vasija a otra. Sankara caracteriza la devoción en forma diferente, en el Sivanandalahari. Como un trozo de hierro que es arrastrado hacia el imán, el Jivi es atraído y adherido firmemente al Señor. Si bien cada uno lo interpreta en forma diferente, todas las interpretaciones son correctas, ya que están basadas en la experiencia real, que no se puede negar. Sathya Sai Baba. (Prasanthi Vahini. C.9. Versión en inglés)