Lo que da valor a la vida no es el credo que profesan los hombres, ya sea el cristianismo, el islam u otra religión. El valor más elevado es el hecho de ser humanos. Todos los credos coinciden en otorgar al hombre un singular esplendor. Todos los talentos de los que está dotado deben ser usados con buenos propósitos, basándose en que el bienestar del individuo está unido al bienestar de la sociedad. Hoy, el hombre debe transformarse en tres niveles. Primero, y como más importante, está la transformación espiritual. En segundo lugar, la transformación de la actitud frente a la sociedad. El tercer cambio es a nivel individual. Cuando tiene lugar la transformación espiritual, hay un cambio automático en la actitud frente a la sociedad. Cuando la sociedad se armoniza y prospera, el individuo también cambia. Esta transformación en tres etapas está implícita en el nombre «Sai”, en el cual la «S» implica el cambio espiritual. La «A» representa el cambio en la Asociación, es decir, el cambio en nuestras relaciones con los demás, en la sociedad. La «I» representa el cambio individual. Esta triple transformación es lo que Sai desea. Sathya Sai Baba (Discurso,18 de noviembre de 1995).