Un estómago que ha comido bien, unos ojos que han dormido bien, un hogar lleno de risas infantiles… estos son, según la mayoría, los niveles más altos de felicidad. Pero esto solo se refiere al intervalo entre el nacimiento y la muerte. ¿Qué pasa con el antes y el después? El cuerpo es algo separado de ustedes. Lo poseen durante algunos años y lo alimentan, lo cuidan y lidian con él para domarlo y que haga su voluntad. “Ustedes» o el «yo» en el cuerpo es el «Atma», que es Uno sin segundo. Cuando se debilite la identificación con el cuerpo, se hará patente la refulgencia del Atma (el Uno Mismo divino). El apego al cuerpo implica la acumulación, y adquisición de cosas que satisfagan sus necesidades y su codicia. La acumulación promueve la explotación; no puede ganar la gracia. No tiene límite; la sed aumenta con cada trago, y siempre pide más. Sathya Sai. (Discurso del 21 de abril de 1983).