Hay una segunda clase de felicidad: A causa del impacto de los objetos externos sobre los sentidos de percepción, el placer, confundido como néctar, es elevado. Pero, a su tiempo, el placer se convierte en veneno amargo e indeseable. Esta es felicidad pasional, (rajásica). Cuando uno le da la bienvenida a este placer pasional sensual, la fortaleza, consciencia, inteligencia y entusiasmo para alcanzar las cuatro metas del esfuerzo humano: dharma, riqueza (artha), deseo correcto (kama), y liberación (moksha), se debilitan, porque declina el propio interés. El tercer tipo de felicidad viene de la ignorancia (tamas). Embota el intelecto desde el comienzo hasta el final. Encuentra satisfacción en dormir, ser indolente y criticar, y obtiene felicidad de ello. La persona insípida (tamásica) ignora el camino que lleva a la conciencia del Atma y no presta atención a esto durante la vida. Vidya Vahini, C.11. Versión en inglés.