En esta vida mundana el Amor se manifiesta de varias formas, como el Amor entre madre e hijo, entre marido y mujer, y entre parientes. Este Amor, basado en las relaciones físicas, surge de motivos egoístas y de interés propio. Pero el amor de lo Divino está desprovisto de cualquier rastro de interés propio. Es Amor por el solo hecho de amar. A esto se le llama Bhakti (devoción). Una característica de este amor es dar, no recibir. En segundo lugar, el amor no conoce el miedo. En tercer lugar, es Amor por Amor y no por motivos egoístas. Todos estos tres ángulos de amor connotaban conjuntamente Prapatti (entrega). Cuando uno se deleita en esta actitud de Prapatti, experimenta la dicha de lo Divino. Para ello, el primer requisito es Kshama (perdón y tolerancia). Sólo una persona que tiene esta actitud de Kshama puede ser considerada como dotada de Amor sagrado. Discurso del 1 de enero de 1994.
