Cuando Jesús iba a ser crucificado, escuchó una voz etérea que le decía, “Todos son uno, amado hijo mío, sé igual con todos”. Cuando la Madre María estaba llorando, Jesús le dijo: “La muerte es el vestido de la vida”. La muerte es como cambiar de vestido. ¿Encuentran a alguien que lleva el mismo vestido cada día? Así como ustedes cambian de vestido cada día, cambian de cuerpo de nacimiento en nacimiento. Es el cuerpo el que muere, no el principio vital: el Espíritu es inmortal y no dual. ¡‘El realizar la naturaleza no dualista del Espíritu es verdadera sabiduría”, dijo Jesús! Los romanos se dirigieron a Jesús como ‘persona’, significando: “uno de santidad”. La palabra “persona” ha sido derivada de esto; significa que hay Divinidad en todos. Por eso Yo me dirijo a ustedes como encarnaciones de la Divinidad. Ustedes y Yo somos uno. Hay Espíritu Divino en todos. El mismo Ser es llamado ‘persona’. ¡No hay principio vital sin Divinidad! Sathya Sai Baba. (Discurso del 25 de diciembre del 2001)
