Prema (el amor) debe transformar todas las relaciones: sociales, económicas, educativas, profesionales, familiares, religiosas, legales y demás. El padre debe amar al hijo con más intensidad e inteligencia; la madre debe derramar amor sobre todos los que se aproximan a ella; los hijos deben amar a los sirvientes. ¡El sentido de igualdad de que todos son depositarios de la esencia divina debe transmutar el comportamiento social e individual! ¡Pueden llamarme «Encarnación del Amor Divino» (Premaswarupa)! ¡No se equivocarán! Prema es la riqueza que tengo y esparzo entre los miserables y afligidos. No tengo ninguna otra riqueza. La Gracia del Señor está fluyendo siempre como la corriente eléctrica a través del cable. Pongan una bombilla, y la corriente, en la medida del voltaje, iluminará su hogar. Los ejercicios espirituales que ustedes realizan son la bombilla; el hogar es su corazón. Vengan a Mí con alegría; sumérjanse en el océano y descubran su profundidad; de nada sirve zambullirse cerca de la orilla y jurar que el mar es poco profundo y no tiene perlas. ¡Sumérjanse profundamente y lograrán su deseo! – Sathya Sai. Discurso del 22 de julio de 1958.