Me gusta la simplicidad, me gusta la vestimenta que no disuada a las personas de aproximarse a ustedes en busca de una palabra amable, algún servicio, una mano que ayude. Debe ser limpia y decente, no extravagante o extraña. No debe ser utilizada para llamar la atención. Así como ustedes desean vestir ropas limpias y cómodas para el cuerpo, deseen también ejercicios limpios y consoladores para la mente, como japam y dhyanam (la repetición de una palabra sagrada y la meditación), etc. Utilicen los ojos para observar cosas saludables, los pies para dirigirse a la Casa de Dios, las manos para servir a las encarnaciones de Dios que andan entre ustedes como hombres, la lengua para aplacar el dolor, alabar la virtud y glorificar a Dios. No utilicen los ojos para vulgarizar su cerebro, ni los pies para hacer fila viendo películas dañinas. El carácter es el don más preciado de la educación. Considero a la gratitud como el componente principal; sobre todo la gratitud hacia los padres, por este don de la vida. Sathya Sai (Discurso, 23 de julio de 1970)
