Dios, al presentarse con una forma, por el bien de sostener el dharma, se comporta como humano. ¡Debe hacerlo! Está obligado a hablar sobre la vida ideal ante la gente y conferirles la experiencia del gozo y la paz. Sus movimientos y actividades alegres pueden parecer ordinarias y comunes a la vista de algunos. Pero todas serán expresiones de belleza, verdad, bondad, gozo y exaltación. Todas cautivarán al mundo con su encanto y purificarán los corazones que las contemplen. No puede haber nada ordinario ni común en la carrera de los Avatares. La historia de Rama no es la historia de un individuo, es la historia del universo. Rama es la personificación del Universo subyacente en todos los seres. Él está en todo, todo el tiempo, en todos los espacios. Sathya Sai Baba. (Ramakatha Rasavhini C1, «Rama- Príncipe y Principio»).