Hoy tal vez ustedes no tengan necesidad del Señor, pero cuando los carcomen las punzadas del hambre, comienzan a añorar el alimento. Por eso, laven sus corazones con lágrimas de alegría para que el Señor se instale allí. Un zamindar puede poseer todos los campos hasta el horizonte mismo, en todas direcciones, pero se solo se dignará a sentarse en un espacio que esté limpio. Del mismo modo, cuando el Señor elige el corazón de un devoto, no significa que no sean suyos todos los demás corazones. No están limpios, eso es todo lo que Él quiere decir. Él está en todas partes, todo le pertenece, su mirada está sobre todo. Si Dios no fuese todo esto, ¿cómo podrían esos corazones brillar, o incluso existir como lo hacen ahora? Por eso, tengan plena fe en Dios y en ustedes mismos. Dedíquense siempre a buenas acciones y actividades beneficiosas. Digan la verdad, no causen dolor con palabras, acciones, ni pensamientos. Esa es la manera de ganarse la paz (Shanti). Esa es la ganancia más grande pueden tener en esta vida. Sathya Sai . (Discurso del 1 de septiembre de 1958).
