Mediante la acción correcta logramos la pureza del corazón, la cual conduce a la adquisición de jnana (el conocimiento espiritual superior). Cuando la acción correcta se acompaña de jnana, hay verdadero servicio. Sentir que cada uno debe ser el único que disfruta de los resultados de sus acciones es un signo de egoísmo. Es ingenuo suponer que cada uno es el hacedor de sus acciones. Las cosas del mundo no están destinadas al disfrute exclusivo de ninguna persona en particular. Deben ser compartidas por todos. Solo cuando se desecha el apego a los frutos de las propias acciones, la acción se convierte en yoga (comunión divina). Los miembros del Seva Dhal deben sobreponerse al sentido de «mío» y «tuyo». Cuando se embarcan en actividades de servicio, deben considerar un privilegio servir a los demás, y contemplarlo como una forma de adoración a la Divinidad. Deben considerar el servicio a la sociedad como el medio de hallar la realización en la vida. Deben enfrentar con fe y valentía todos los problemas que puedan surgir, y llevar a cabo sus actividades de servicio sin ostentación, en un espíritu de humildad y dedicación. Sathya Sai (Discurso, 18 de noviembre de 1984)
