Piensen en un automóvil. Un auto tiene algunas luces. Hay foquitos en las luces. Debido al foquito se obtiene la luz. ¿El foquito da la luz? ¡No! Es la energía eléctrica que pasa a través del foquito y da la luz. También escuchamos la bocina. La bocina no puede funcionar por sí sola. La bocina emite el sonido en base a la energía eléctrica. Los neumáticos se mueven, pero no pueden moverse por sí mismos. Es la potencia del motor la que mueve los neumáticos. El cuerpo es como un automóvil. Los ojos son los foquitos y nuestra boca es como la bocina. Las piernas son los neumáticos y la mente es el motor. El intelecto es el interruptor. El poder divino es la corriente. Sin el poder divino, el cuerpo no puede moverse. El poder divino es lo más importante. El cuerpo, la mente, los sentidos y el intelecto no son más que instrumentos. Discurso del 1 de enero de 1967.