Martes 29 de Enero de 2019
La vida es como una sociedad de responsabilidad limitada, en la que todas las acciones deben ser goberndas por los límites aplicables a cada una de ellas. Así como la felicidad se experimenta cuando los deseos son controlados, también para practicar la caridad deben observarse límites. Sus obsequios no deben exceder su capacidad financiera, y tampoco deben estar por debajo de la misma. Si ustedes exceden sus límites enfrentarán problemas financieros más adelante. Si son tacaños, estarán privando a los necesitados de aquello que les corresponde. Recuerden siempre que la caridad no debe limitarse al dinero, y que la caridad no debe ser indiscriminada. Deben compartir de manera apropiada sus recursos físicos, mentales y espirituales, con las personas de su comunidad que los necesiten. Ayuden de manera espontánea, de acuerdo a la necesidad de la situación. Los que padecen hambre deben ser alimentados, y a los necesitados se les deben dar vestimenta y alivio. Es merced a compartir y sacrificar, que se logra la conciencia del Espíritu (Atma jnana). (Divino discurso, 14 de mayo de 1984)
— BABA