Del pájaro, aprendan la confianza en sí mismos. Un pájaro posado sobre la rama tierna de un árbol no es afectado por el viento que sacude la rama, ni por la tormenta que podría arrancar el árbol; para su seguridad, él no confía en la rama ni en el árbol, sino en sus alas. Sabe que siempre podrá volar y salvarse. El pájaro siempre se siente feliz y despreocupado. Las aves no se preocupan por acumular. Se contentan con aprovechar el presente, viviendo de lo que puedan obtener para el día. No se inquietan por la carrera de sus hijos ni por el estado de su cuenta bancaria. No experimentan ansiedad por el mantenimiento de sus casas o propiedades. Piensen ustedes en lo que han hecho de sí mismos. Posados sobre una rama del árbol de la vida, ¿no les preocupa cada pequeño temblor? ¿No los consume, privándolos de la paz mental? (Divino discurso, 3 de julio de 1986)