OM SRI SAI RAM
Un hogar está lleno de amor, con el sacrificio que el amor implica, la alegría que el amor irradia y la paz que el amor imparte. La estructura de ladrillos y argamasa en que padres e hijos pasan la vida, es una casa, no un hogar; los hijos no la anhelan y tampoco los padres hallan paz en ella. En sus hogares, una disciplina que todos ustedes deben seguir es: ¡el control de los sentidos! Si les dan rienda suelta, los arrastrarán a la desgracia. La educación debe hacerlos a ustedes monarcas de sus talentos, que son sus herramientas para adquirir conocimiento. El ojo, el oído y la lengua son como caballos salvajes que no tienen riendas; aprendan el arte de la meditación (dhyana), por medio de la cual los sentidos pueden ser controlados y la voluntad dirigida hacia dentro, en dirección al dominio sobre los sentimientos y emociones. Los hogares y las naciones que carecen de frenos para su sensualidad nunca podrán sobrevivir ni prosperar. (Divino Discurso, 26 de julio de 1969)