La educación debe ser considerada un proceso sagrado y una preparación para el servicio desinteresado a la sociedad. Hay innumerables personas en el mundo que sufren diversas discapacidades, físicas o no. Prestar servicio a estas personas es deber de las personas educadas, para aliviar su sufrimiento en la mayor medida posible. Esta es la mejor manera de servir a la Divinidad. Hay contaminación e impureza en el aire, en el agua y en muchas cosas que nos rodean. Ustedes deben usar el conocimiento que adquieren, para purificar lo que es impuro. El servicio a la sociedad debe convertirse en el principal propósito de la educación. Los estudiantes de Sai deben dedicar su conocimiento no solo a ganarse la vida, sino a utilizar sus talentos y energías, cualquiera sea el ámbito en que se desempeñen, a prestar servicio a la sociedad de todas las maneras que tengan a su alcance.
(Discurso, 5 de febrero de 1984)